Las situaciones límite requieren decisiones muy difíciles. Y si no, que se lo digan a Jonathan Metz, un estadounidense de 31 años que ha tenido que optar por morir o por amputarse el mismo su brazo para seguir con vida. El hombre se encontraba reparando un horno doméstico en el sótano de su casa cuando la máquina se le vino encima, con la mala fortuna de dejar atrapado su brazo debajo de ella. Tras pasar varios días sin ayuda, el hombre decidió 'cortar por lo sano'.

"Me corté el brazo y sí, haría cualquier otra cosa para sobrevivir", ha declarado el propio Metz tras el suceso.

Su brazo quedó atrapado bajo un horno doméstico al intentar repararlo en el sótano de su casa. La ayuda no llegó hasta pasados tres días, ya que el hombre vivía sólo y nadie se percató de lo ocurrido.

Así, Jonathan tuvo que aguantar bebiendo del agua de la propia máquina y soportando el intenso dolor en su brazo. No debió ser una decisión fácil pero cuando su brazo comenzó a oler a podrido entendió que se trataba de su brazo o su vida.

Cuando los servicios de emergencia se personaron en su apartamento en Hartford, Connecticut, encontraron a Metz en una auténtica agonía con su brazo afectado por gangrena. El hombre había intentado cortarse el brazo, pero un nervio impidió la completa amputación.

"La gente se sorprendería de lo que uno es capaz de hacer en situaciones difíciles" comenta el propio Metz que se encuentra ingresado en el hospital a la espera de recibir una prótesis para su brazo.

Después de leer esta noticia lo único que puedo decir es que ole sus huevos por hacer lo que hizo. Le deseo toda la suerte del mundo para que se recupere.

1 comentarios:

Y. dijo...

joder yo no podría! qué valor....

en hartford estuve yo jijjijijiij!!!

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